lunes, 2 de julio de 2012

I Am the Captain of my Soul



 Selección Española de Sueños - 2012

       Soy de los que piensa que el fútbol como deporte es puro entretenimiento. Cuando termina el partido se acabó. Detesto profundamente a aquellos que hacen del fútbol o de cualquier otro deporte una forma de vida que acaba dominando sus sentimientos y monopolizando todo lo que hacen o dicen. Respecto a la cultura, pienso que la pedantería insufrible de Jorge Valdano acabó con cualquier tipo de relación que puediera establecerse entre ambos, aunque hay que reconocer que algunos - pocos, muy pocos - futbolistas pueden llegar a hablar bien, y algunos menos hasta a escribir (Santiago Solari, sería el paradigma de estos últimos). En cuanto a la Belleza, hay que admitir que existe algo bello en lo que hace Casillas con las manos (no, no me refiero a sobar a su novia) o Iniesta con los pies. Todo ésto viene a colación de que ayer viendo la final de la Eurocopa 2012 (sí, me gusta el fútbol, no sé porque la gente piensa que no) me acordé del poema (soy más pedante que Valdano) de William Ernest Henley (1849-1903), llamado "Invictus":

William Ernest Henley aka Long John Silver

Invictus
Out of the night that covers me,                                       
Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
For my unconquerable soul.
In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed.
Beyond this place of wrath and tears
Looms but the Horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds and shall find me unafraid.
It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.
Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.

     El poema es realmente sobrecogedor, y posee una fuerza y determinación que remite a los albores de la Humanidad, al "Corazón de las Tinieblas" (1899) de Joseph Conrad y por derivación obvia a "Apocalypse Now" (Francis Ford Coppola, 1979) y "Aguirre, la Cólera de Dios" (Werner Herzog, 1972), a sacrificios humanos, amaneceres sobre Zigurats, el Hades y la redención de todo dolor. O sea, a la España actual de crisis y prima de riesgo. No puedo dejar de imaginarme al Coronel Kurtz declamando "Invictus" en su cueva, tras un par de "The Horror"...

Marlon Brando pensando en la Prima de Riesgo

     Un par de últimas curiosidades, Henley inspiró nada más y nada menos que uno de los personajes fundamentales de la literatura universal, el pirata Long John Silver de "La Isla del Tesoro" (1883) de Robert Louis Stevenson amigo de Henley, y el poema acompañó a Mandela durante su estadio en prisión y da título a la película de Clint Eastwood, que por cierto no he visto. Yo descubrí el poema de otra forma, pero esa, es otra historia (que me da vergüenza contar). 


     Por cierto, al volver a casa tras el partido, vi una pelea de orangutanes vestidos de rojo y amarillo y eso que iban con el mismo equipo. Es lo que tiene el fútbol que tras cinco cubatas te olvidas de la crisis, le pegas al prójimo (tanto si pierdes como si ganas) y al día siguiente a comprar el Marca (2º periódico más vendido de España con unos 400.000 y pico ejemplares tras El País, con 436.000) y santas pascuas. Pensándolo un poco, mejor el Marca que el ABC o La Razón.

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