jueves, 29 de noviembre de 2012

Sangre y Lenguas de Fuego



Autorretrato con brazo de Esqueleto (1895)



Edvard Munch 


"La enfermedad, la demencia y la muerte 
fueron los ángeles que atendieron mi cuna,  
y desde entonces me han seguido a través de mi vida."




Directo a los ojos desde las profundidades del alma


     Edvard Munch (1863-1944) probablemente sea el referente cultural más importante de Noruega. Su cuadro, o más bien su versión más conocida, "El Grito" se ha convertido, al igual que "El Beso" de Klimt, en una de esas obras pictóricas que todo el mundo identifica aunque no sepan quién es su autor. Sin embargo, ésta, a diferencia de la otra, no es en modo alguno una obra simpática ni agradable. Representa en última instancia un cúmulo de circunstancias omnipresentes en la obra del escandinavo: dolor, angustia, soledad, enfermedad, locura y muerte. Estas son las señas de identidad de Munch ¿Agradable, verdad?



The Sick Child (1896)




La enfermedad





     No es extraño, ya que tuvo que asistir de pequeño a la muerte de su madre y de su hermana, algo que traumatizaría a cualquiera, debido a la tuberculosis, enfermedad que también estuvo a punto de arrebatarle la vida siendo niño. Bajo la irrespirable, angustiosa y constante presencia de la enfermedad, Munch creció ante la opresiva y severa disciplina paterna, educado en la más absoluto puritanismo conservador, siempre, como él mismo decía, bajo la constante amenaza de una futura vida espiritual en el infierno. Normal, que ante semejante situación, el niño acabase convirtiéndose en el hombre trastornado que acabaría pintando ese grito desgarrador que todavía retumba atronador en las cabezas de la decadente civilización que lo engendró.



Madonna (1894)




Madonna con lo que él llama una sonrisa de cadáver.



La pausa durante la cual el mundo 
entero se para en su órbita. 
Tu cara encarna toda la belleza del mundo. 
Tus labios, rojos como la fruta madura, 
están entreabiertos como si expresaran dolor. 
Una sonrisa de cadáver. 
Aquí vida y muerte se dan la mano. 
La cadena que une miles de generaciones pasadas 
con las que están por venir ha sido engranada.


Vampire (1893)





     Munch comienza a trabajar sobre un lienzo que muestra a una mujer sobre el cuello de un hombre debilitado, él dice de su pintura que: "en realidad todo esto es, una mujer besando la nuca de un hombre y llama al cuadro "Amor y Dolor" pero para uno de sus colegas, describe a una mujer succionando la fuerza vital de un hombre y cambia el título a "Vampira".


The Kiss (1897)

Un beso, un beso no es un pecado...







     Una característica es la falta de contacto humano entre las personas de sus cuadros, las personas permanecen aisladas aun cuando están en contacto físico directo. Los órganos sensoriales desaparecen, las caras se hacen vacías, las manos son palos o ganchos curvos, hasta los rasgos del contacto humano son eliminados. Para él, el contacto humano se convierte en tema de aprehensión, miedo de su propio ego que se disuelve en la psique y en el cuerpo del otro.



     Dos amantes, sus rostros se disuelven juntos, sin facciones, escondidos en la esquina de una habitación. La perspectiva se ha desvanecido. Pinceladas rotas, acuchilladas en la fina pintura...




Melancholy (1891)











     Busco un medio de descubrir la esencia de la realidad interior, de quitarse de encima la necesidad del detalle y de la perspectiva (...) Intenta representar por primera vez los celos y no simplemente los celos en sí, sino su psicología y vibración interior.


La naturaleza no es solo visible con el ojo... 
también incluye las imágenes interiores del alma.


Noche en Saint Cloud


     Estudio de desaliento en las espirales de la silueta azul y negra (...) La atmósfera que rodea al cuadro está señalada tan vagamente que parece desaparecer antes de que uno pueda comprenderlo. Sigue su camino en un brumoso e informe mundo de sueños...





    Munch había descubierto que los griegos consideraban que la muerte era azul. Lo decían en algún sitio de "La Ilíada": "La muerte azul cierra mis ojos". Aquí en el gris y oscuro norte vemos la muerte como negra. Pero en la soleada Grecia consideran que es azul, ¿Por qué no podría ser azul?



No me grites que no te veo



     Paseaba por un sendero con dos amigos - el sol se puso - de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio - sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad - mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza...



     "Solo podría haber sido pintado por un loco" es la frase que aparece pintada en la franja central del cielo de sangre y fuego de la primera versión de "El Grito" (1899)...









     El británico Peter Watkins está considerado uno de los padres del "falso documental". Existen otras acepciones como "mockumentary" término acuñado por Rob Reiner a raíz de ese ejercicio de hilaridad desternillante que es "This is Spinal Tap" (1984) o "docudrama" para intentar incluir la faceta dramática que queda excluida con el vocablo inglés "mock", "burla". Podría valer en tanto en cuanto, los falsos documentales se burlan de la realidad ¿Es, "Edvard Munch" (1974) de Watkins una burla? Lo dudo mucho. Ante todo es una obra maestra.


¿Verdad o mentira?

The War Game (Peter Watkins, 1965)


     Watkins preocupado por liberarnos de lo que él denomina monoforma, es decir, el suprasistema que forman los medios de comunicación en torno a la realidad social, creó un nuevo lenguaje con recreaciones de hechos históricos con actores no profesionales, el falso documental o documental de ficción. Los actores no son profesionales, en la peli sobre Munch improvisan sus diálogos mezclándolos con la verdadera historia o escritos de Munch, algunos incluso dan su propia opinión, personal y subjetiva, sobre sus pinturas. Para las atroces críticas que obtuvo en su época, buscó a noruegos del momento que no apreciasen la obra de Munch ¿Qué es verdad y qué mentira? Mi respuesta, "que más da" (versión matizada y suave de un "me la pela").








     Algunas personas escuchan música para ser felices, otras, para exorcizar sus demonios y poder sobrevivir. Opresión, angustia, desesperanza, sufrimiento y dolor. Sólo hay un grupo sobre la faz de la Tierra que pueda poner banda sonora a los lienzos de Munch. La oscuridad tiene nombre:


Swans

Michael "Cisne Negro" Gira.



     Banda de culto de esa década oscurantista que fueron los ochenta, Swans volvieron con una formación nueva en 2010. Desde entonces dos discos, aclamados por la crítica. Uno de ellos, "The Seer", el presente año (con la portada más fea de la historia) en el que se han acompañado de miembros de Low, Akron/Family, Karen O de los Yeah Yeah Yeahs, y la propia Jarboe, "miembra" original del grupo. Además, el mal visita nuestro país. Si estáis depres, escuchad a Swans, el suicidio está garantizado. Aviso para navegantes, no apto para almas puras y cándidas. 


Swans & Low  "Lunacy"





Y en los 80 fue el dolor





El puto grito


domingo, 18 de noviembre de 2012

Los Mares del Sur






Tahitian Mountains (Gauguin, 1893)



      Cuando a principios del siglo XVI, Vasco Núñez de Balboa, tras atravesar a pie el istmo de Panamá, avistó "una enorme extensión de agua", tomó posesión de ella en nombre de la Corona española y la bautizó como Mar del Sur, que con el devenir del tiempo acabaría cediendo al actual de Océano Pacífico, debido a Magallanes, al cual, sus aguas, le parecieron relativamente tranquilas. La denominación de Mares del Sur, ha permanecido por contra en el imaginario popular y sobre todo en la cultura, rodeado de un halo de aventura, romanticismo y exotismo. No en vano, escritores, cantantes y pintores, fueron a darse de bruces al mismísimo paraíso.


Ballenato Melville


     El primero de ellos fue Herman Melville (1819-1891), el primer gran escritor estadounidense de la Historia, y aquí sí, me atrevería a decir que americano. Su celebérrimo "Moby-Dick" (1851) es la primera gran obra de la literatura estadounidense. En la primera mitad de la década de los 40, el joven Melville, que pertenecía a una familia acomodada de Boston, se largó en el ballenero Acushnet a vivir la aventura. Posteriormente, aseguró que su vida comenzó ese día. Desertó en las islas Marquesas, concretamente en la isla de Typee, que da nombre a su primera novela. Allí, vivió aparentemente entre caníbales, aunque de él no probaron bocado. Abandonó la isla y acabó encarcelado en Tahití tras participar en un motín. Tras una estancia en Hawaii en la que se enfrentaría a los misioneros cristianos, volvería a Boston. Sus experiencias serían reflejadas en varias de sus obras, entre ellas "Moby-Dick". Primera vida de leyenda. Evidentemente, la gran obra cinematográficamente hablando es la película de John Huston, "Moby Dick" (1956) protagonizada por Gregory Peck. Por cierto, que el músico Moby se autoproclama descendiente de Melville, y de ahí su nombre artístico.



Greenpeace nunca se lo perdonará



     El segundo gran escritor por orden cronológico no es otro que Robert Louis Stevenson (1850-1894), que venía a nacer poco después de la publicación de la gran obra de Melville. A Stevenson se le conoce sobre todo por sus novelas de aventuras, me atrevería a decir que son el arquetipo de la "aventura por la aventura" y muchas veces se suelen asociar a literatura juvenil, lo cual no deja de ser un error, ya que todos estamos necesitados de ciertas dosis de emoción en nuestras grises vidas. Nacido en una de las ciudades europeas más bonitas, Edimburgo, tío-abuelo del escritor Grahan Greene, ha pasado a la historia por obras como "La isla del Tesoro", "La Flecha Negra" y "El extraño caso del doctor Jeckyll y Mr Hyde".



Robert "Tusitala" Stevenson


La Isla del Tesoro (Victor Fleming, 1934)


     En 1888 partía desde San Francisco en su goleta "Casco" rumbo a la aventura. Hawaii donde entablaría amistad con su realeza, las Marquesas, las islas Gilbert (parte de la actual república de Kiribati), Tahití, Nueva Zelanda y Samoa. En 1989, realizaría un nuevo viaje y publicaría sus experiencias en su obra "En los mares del Sur". En 1890, compraría un terreno y se establecería definitivamente en Samoa, donde adoptó el nombre nativo de Tusitala, "el contador de historias". En 1894 fallecía en Samoa, donde su lápida reza:


Under the wide and starry sky,
Dig the grave and let me die.
Glad did I live and gladly die,
And laid me down with a will.
This be the verse you grave for me:
Here he lies where he longed be;
Home is the sailor, home from sea,
And the hunter home from the hill.


Jack "Colmillo" London


    El tercero, de los escritores, fue otro gran autor de novelas de aventuras, Jack London (1876-1916). Participó en la fiebre del oro en Alaska, contrabandista, buscador de perlas y navegó en su barco "Snark" por los mares del sur, Hawaii, Australia y la Polinesia. Muchas de sus obras contienen datos autobiográficos, como "Relatos de los Mares del Sur", "El Motín del Elsinore" (1914), "Las tortugas de Tasmania (1916) y "Jerry de las islas, (1917). Aun así, sus libros más famosos siguen siendo los del darwinismo perruno, "La llamada de la Selva" (1903)"Colmillo Blanco" (1906).




Paul Gauguin "Autorretrato" (1889)


     Pasemos de los escritores y centrémonos en el verdadero origen de la presente entrada, el  pintor francés Paul Gauguin (1848-1903). Máximo representante del postimpresionismo conjuntamente con un tal Van Gogh, cuyas pinturas de mujeres polinesias son reconocidas hasta por el más ceporro de los incultos pictóricos. Su vida fue de leyenda. Pasó su infancia en Perú, sirvió en la Armada francesa, triunfó como hombre de negocios y posteriormente, descubrirá a los impresionistas. El resto, es Historia del Arte. 


Arearea (1892)


     Tras viajar a las Antillas, vivir en Bretaña y posteriormente en el mediodía francés con su colega Van Gogh (todavía hoy se atribuye el episodio de la oreja a una fuerte discusión entre ambos), en 1891, enfermo y arruinado, abandona a su mujer y cinco hijos y se embarca hacia la Polinesia francesa en los mares del sur. Tahití y las Marquesas serán su hogar. Contrajo la sífilis, la lepra, emparentó con varias nativas y procreó vástagos. En las Marquesas, creyó estar en el paraíso. Su pintura de mujeres nativas semidesnudas con colores puros y formas simples nos siguen fascinando. Morirá en las Marquesas.



¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿A dónde vamos? (1897)


     No hay muchos filmes que retraten la increíble vida de Paul Gauguin, por citar algunos, la coproducción franco-danesa "Oviri" (Henning Carlsen, 1986) en el que el papel del pintor estaba interpretado por Donald Sutherland y como no, "El loco del Pelo Rojo" (Vicente Minnelli, 1956), película sobre Van Gogh, en la que aparece reflejada la relación entre ambos y que le valió un Oscar al mejor actor secundario a Anthony Quinn por su interpretación de Gauguin. La peli en inglés, se llama "Lust for Life", no digo - más bien, escribo - nada.



Oviri (Henning Carlsen, 1986)

Hay amores que matan, otros cuestan una oreja

El Loco del Pelo Rojo (Vicente Minnelli, 1956)


     En el cine son multitud los filmes de aventuras de barcos que surcan las aguas australes. No me voy a parar en ellos, porque existe otra obra que exige toda mi atención. La cinta en cuestión es "Tabú" (1931) dirigida a medias por Friedrich Wilhem Murnau y Robert Flaherty. Casi nada. "Tabú" es una de las poquitas palabras que las lenguas polinesias han legado al castellano.





     Es difícil y a la vez fácil hablar de "Tabú". Probablemente se trate de una de las obras más bellas que haya visto en toda mi vida. Una película que hará que aquellos neófitos que tengan sus reparos respecto al cine mudo acaben rindiéndose sin remisión. "Tabú" refleja la belleza en toda su expresión. Un documentalista como Flaherty, cuya vida también es de leyenda y uno de los máximos exponentes del expresionismo alemán, Murnau, acabaron produciendo una bellísima historia de amor, dentro de un documental, ya que los actores eran habitantes de Bora Bora y de Tahití. Reflejan sus actos, sus costumbres, sus alegrías y sus miedos, en definitiva sus vidas. Aunque, el tabú del prejuicio occidental obnubilara la mente de Murnau y obligara a las nativas a tapar sus pechos. El final, es simplemente, precioso y épico.


Jacques Brel


     Por último el músico, el cantautor belga francófono, Jacques Brel (1929-1978). Su música es sobradamente conocida, destacando por sus letras románticas cargadas de dramatismo y por evocar la vida diaria con sus metáforas líricas. Brel se largó a Las Marquesas al final de su vida donde se dedicó a navegar y a pilotar un bimotor entre las islas. En 1977, poco antes de su muerte, volvería a París para grabar su último disco, "Las Marquises", cuya última canción se titula de forma homónima. "Las Marquises" sería su testamento lírico. Yace enterrado cerca de la tumba de Paul Gauguin.


"Ne me quitte pas"


Jacques Brel "Les Marquises"




Ils parlent de la mort comme tu parles d'un fruit

Ils regardent la mer comme tu regardes un puits

Les femmes sont lascives au soleil redouté

Et s'il n'y a pas d'hiver cela n'est pas l'été

La pluie est traversière elle bat de grain en grain

Quelques vieux chevaux blancs qui fredonnent Gauguin

Et par manque de brise le temps s'immobilise Aux Marquises

Du soir montent des feux et des points de silence

Qui vont s'élargissant et la lune s'avance

Et la mer se déchire infiniment brisée

Par des rochers qui prirent des prénoms affolés

Et puis plus loin des chiens des chants de repentance

Et quelques pas de deux et quelques pas de danse

Et la nuit est soumise et l'alizé se brise Aux Marquises

Le rire est dans le coeur le mot dans le regard

Le coeur est voyageur l'avenir est au hasard

Et passent des cocotiers qui écrivent des chants d'amour

Que les soeurs d'alentour ignorent d'ignorer

Les pirogues s'en vont les pirogues s'en viennent

Et mes souvenirs deviennent ce que les vieux en font

Veux-tu que je te dise gémir n'est pas de mise Aux Marquises.


Hablan de la muerte como tú hablas de un fruto

Miran al mar como tú miras un pozo

Las mujeres son lascivas bajo el temido sol

y si no hay invierno tampoco es verano

La lluvia de través golpea gota a gota

Algunos viejos caballos blancos tararean Gauguin

y por falta de brisa el tiempo se inmoviliza en Las Marquesas

Desde la noche suben luces y puntos de silencio

Que van agrandándose y la Luna se adelanta

Y el mar se desgarra infinitamente roto

Por rocas que tomaron nombres caprichosos

y después a lo lejos los perros cantan de arrepentimiento

y algunos pasos de ballet y algunos pasos de danza

y la noche es sumisa y los alisios se rompen en  Las Marquesas

La risa está en el corazón, la palabra en la mirada

El corazón es viajero, el porvenir pertenece al azar

Y pasan cocoteros que escriben cantos de amor

Que las hermanas de los alrededores ignoran de ignorar

Las piraguas se van, las piraguas vuelven

Y mis recuerdos se convierten en lo que los viejos hacen de ellos

Quieres que te diga una cosa, gemir no es costumbre en Las Marquesas




     Vamos a terminar con una historia, y no con un personaje en concreto, el motín del Bounty. El HMAV Bounty, barco de vela de la armada británica zarpó desde Albión a finales de 1787 rumbo a Tahití. Estaba capitaneado por William Blight que había servido a las órdenes de James Cook. Su misión, transportar árboles del pan hasta el Caribe como alimento para los esclavos. Tras no poder cruzar el mítico cabo de Hornos tuvieron que trazar la ruta opuesta, por África, por el cabo de Buena Esperanza. Llegaron a Tahití varios meses después, habiendo pasado la época del fruto del árbol del pan. Los marineros tuvieron que instalarse en la paradisíaca isla, y lo que son las cosas, allí donde cohabitan hombres y mujeres, desde que el mundo es mundo, pues a algunos no les quedó más remedio que establecer relaciones con algunas nativas. Probrecitos. Cuando finalmente recolectaron los frutos, tuvieron que embarcar de muy mala gana, y así las cosas, en 1789 el primer oficial Fletcher Christian lideró un motín mediante el cual acabó apoderándose del barco. Al capitán y a algunos otros marineros, los montó en una barquita y ala, "pa casita".





     La historia ha sido llevada al cine en mi opinión por tres grandes películas. La primera de ellas, "Mutiny on the Bounty" (1935) traducida como "La Tragedia de la Bounty". Dirigida por Frank Lloyd e interpretada por Charles Laughton como capitán y por Clark Gable como primer oficial. Ganó un único Oscar, el de mejor película. Destacar como curiosidad que la actriz de origen mexicano, Movita, sería la segunda mujer de Marlon Brando, quien protagonizaría la siguiente versión.



"La Tragedia de la Bounty" (Laughton, 1935)


     La versión de 1962, también se llamaba "Mutiny on the Bounty", y por aquí la titularon con un "Rebelión a Bordo" que no dejaba margen a dudas. Dirigida por Lewis Milestone que acabó desplazando del rodaje a Carol Reed. El auténtico protagonista de la cinta fue Marlon Brando, que hacía de Fletcher Christian. Aquí comienza la relación de amor de Brando con los mares del sur, ya que a diferencia de la primera versión rodada en estudios y en California, ésta se rodó in situ. Brando se casó con la actriz polinesia y compañera de reparto Tarita Teriipia, su tercera esposa. De camino, simple mortal, se compró una isla en Tahití, que al final de su vida tuvo que vender para poder sobrevivir. 



"Rebelión a Bordo" (Milestone, 1962)



     La última versión, la que se acerca de manera más fidedigna a los hechos reales es la de 1984. "The Bounty" traducida como "Motín a Bordo" y dirigida por Roger Donaldson y protagonizada por Mel Gibson como rebelde y por Anthony Hopkins como capitán. Entre los secundarios, Daniel Day Lewis, Liam Neeson y el mismísimo Lawrence Olivier. La película producida por Dino De Laurentiis fue enteramente rodada en la Polinesia y en Nueva Zelanda y la banda sonora compuesta por un tal Vangelis.





"Motín a Bordo" (Donaldson, 1984)



     He dicho que la última versión es la más fiel a los hechos reales. La historia terminó feliz para casi todos. Fletcher Christian arribó a la isla de Pitcairn que no aparecía de manera correcta en los mapas, por lo que era difícil de localizar, quemó el Bounty y vivió y murió en dicha isla. Por cierto, tras el motín volvió a Tahití y llenó el barco de mujeres nativas. Los descendientes de las mismas y los marineros siguen viviendo en la actualidad en dicha isla. El capitán Blight en un prodigio de navegación atracó en Timor, se le juzgó por perder la nave en Londres y fue absuelto.



Lust for Life


     Ahora viene cuando se me va la pinza totalmente. Estaba pensando que quien sería el cenutrio que tradujo el título de la peli de Minnelli, "Lust for Life", algo así como lujuria por o ganas de vivir por el majadero de "El Loco del Pelo Rojo". Se quedó tranquilo el colega. Pues hilando fino, "Lust for Life" es el nombre del mejor disco de Iggy Pop sin los Stooges. Álbum que por cierto le hizo su compi de correrías de la época, un tal David Bowie - Deivid, please, si lees este blog, utiliza la herramienta Translation, somos legión los que nos gustaría verte en directo antes de que la espiches, si es en Tahití, mejor que mejor -. Pues eso, que Tahití y el resto de los mares del sur, aunque me parece a mí que especialmente sus mujeres, provocó en todos estos individuos unas enormes ganas de vivir.



Iggy Pop "Lust for Life"


     Todo ésto me daría pie a su vez para seguir hablando por ejemplo de Trainspotting (Danny Boyle, 1996), pero esa sería ya otra historia. Eso sí, no dejen de pasarse por el Thyssen-Bornemisza si están en Madrid, ya que desde el pasado 9 de octubre hasta el 13 de enero tiene lugar la exposición temporal sobre Paul Gauguin.